Poco a poco, algunas actividades laborales se comienzan a retomar. Factores como semanas de aislamiento, noticias sobre el avance del COVID-19, el impacto que ha sufrido la salud pública y la economía, son capaces de generar grandes dosis de estrés y conflictos emocionales.
Salir a la calle y mucho más a trabajar puede ser un escenario complejo si no se manejan adecuadamente las emociones. Estar informados es una poderosa herramienta pero no la única. La psicóloga clínica Carla Andino habla sobre cómo mantener un autocuidado emocional al momento de regresar al campo laboral.
“Al principio, las normas pueden generar estrés pero mirarlas como parte de una nueva rutina, te ayudará a mantener el control sobre tu salud y la de tu familia” dice Andino quien recalca que mientras más rápido las asimilemos y, sobre todo, respetemos, se reducirá la tensión inicial ante la nueva normalidad.
En lo que respecta al ámbito emocional, sentirse asustado, nervioso, estresado e incluso tener cambios de humor es algo que se puede dar con mucha facilidad. Lo mejor es aceptar las emociones y no intentar bloquearlas. “Analiza lo que sientes, intenta describir tus emociones y dialogar con ellas. Esto te permitirá conocer mejor lo que te preocupa y cómo manejarlo”.
A veces, el aparecimiento de pensamientos negativos es inevitable y si “sientes que estos te empiezan a agobiar, concéntrate en el aquí y el ahora, en lo que estás haciendo en ese momento… Recuerda, no todo lo que oímos es negativo, dirige tu atención también a lo positivo”.
Cada persona puede cuidar su salud emocional pero esta no es una actividad que se la tenga que realizar en solitario. Es de suma importancia mantener una red de apoyo con amigos y familiares. Y, si es necesario, si la carga emocional se desborda, se puede acudir a una cita con un profesional.
La nueva normalidad trae consigo retos que se deberán afrontar día a día. Algunas situaciones serán como antes, otras cambiarán por completo pero no se debe olvidar que toda crisis tiene un inicio y, también un fin.