Venecia es el destino por excelencia de todo viajero refinado. Pero Venecia no es más la que conocemos habitualmente y disfrutamos por siempre los amantes de la ciudad de los canales y del carnaval. Este es un paseo por la Venecia más íntima que se aleja de lo esterotipado y nos invita a conocer lugares más íntimos que nos hablan acerca de la vieja Venecia y más de un rincón desconocido. Si deseamos ir en ese camino, arribemos a la gran Italia y su escondida Venecia con Air Europa.
El Caffé Lavena. Una barra en el viejo café, uno de los preferidos de Richard Wagner, se ubica en el centro de la Plaza de San Marcos. Si recordamos las notas de Tristán e Isolda no podremos más que sentirnos en casa, examinar los espejos, las arañas de cristal del techo, los mármoles, beber un sorbo de café y dar un mascón a una galleta de amaretto. En el Caffe Lavena serás otro veneciano.
La Basílica de San Marcos. Es uno de los iconos de Venecia cuyo interior conmueve la sensibilidad de todo ser humano. Es la capilla de los Dux lo que se nos ofrece, el sinónimo del poder terreno. Quien viaja debe disfrutar de la Loggia dei Cavalli, con los caballos de bronce conquistados en Constantinopla que Napoleón se llevó un tiempo.
Museo Archeologico Nazionale. El Museo Archeologico Nazionale guarda piezas que no dejan lugar a dudas acerca de la edad y la raigambre de la ciudad del agua. Tiene un café con soberbias vistas de la Plaza de San Marcos, donde reponer fuerzas en un ambiente asombrosamente calmado completa la visita.
La Biennale. Fuera de cierta vista de los curiosos se allá Ca’Giustinian que acoge La Biennale, que nos regalará impresionantes vistas de la entrada del Canal Grande, el lugar de las góndolas, el sueño de los enamorados y de los visitantes más o menos románticos. Y es en Dorsoduro, la antigua aduana del mar desde la que se puede contemplar su torre de 28 metros de altura que destaca la esfera dorada de la Tierra y la esfinge alada que es símbolo de la Fortuna. Desde ahí podemos ver a San Giorgio Maggiore como la Giudecca con la fachada del Santissimo Redentore.
Si seguimos nuestro destino viajero en Venecia, podemos llegar a la Basilica di Santa Maria della Salute de agradecimiento a la Virgen por los supervivientes de la peste de 1630. Se trata de un edificio dominado por la cúpula que le dio Baldassare Longhena. Su diseño parece haber sido inspirado en el de un templo que aparece de la novela “El Sueño de Polífilo”, la conjunción de los devotos a la Virgen y el antiguo culto a Venus. Recordemos, queridos viajeros, que el nombre de la ciudad entera, Venecia, viene de la diosa.
Si vamos hacia la Peggy Guggenheim Collection, nos toparemos con el antiguo Palazzo Venier dei Leoni, poblado de jardines y preciosas vistas del Gran Canal, un entorno digno de acoger una colección de obras que cambiaron la historia del arte por siempre hasta llega r a nuestras actuales vanguardias. Quizá nos resulte poco pero la historia de los secretos venecianos puede prolongarse ad infinitum si nos dejamos guiar por la buena inspiración de Dolce Vita y volamos gracias a Air Europa. Venecia será un dedal, pero el dedal más fino, secreto y revelador, gracias a ustedes.