Un nativo digital es un individuo que ha nacido de 1990 en adelante, en un entorno tecnológico completamente digital. Un nativo es un individuo a quien no se ha enseñado nunca a consumir o intervenir por medios digitales porque lleva interiorizada su utilización en el uso diario, cotidiano. Fue el científico Marc Prensky, en 2011, quien acuñó la definición de nativos digitales para referirse a esta generación más reciente que hoy en día puebla nuestra realidad, dirige los nuevos negocios y acude a las universidades para formarse. Su perfil está constituido por individuos completamente habituados a dispositivos como computadoras, juegos de video, música que se consume por vía digital en Spotify u otras plataformas, usa Netflix, ve películas en plataformas de vídeo, usa teléfonos celulares y redes sociales por doquier.
La educación enfrenta un gran reto frente a esta generación de nativos digitales. Son individuos educados completamente por fuera de lo analógico, cuya capacidad de concentración y paciencia, su disposición al conocimiento y al cambio, su capacidad cognitiva para aprender, son por completo diferentes a las de todas las generaciones que nos han precedido. Y en el entorno educativo, más en el universitario, ello tiene implicaciones enormes porque esta generación debe educarse con maestros que han aprendido y enseñan aún sobre la base de parámetros analógicos.
Lo más importante frente a los nativos digitales es que su aprendizaje en entornos mediáticos ha dado lugar a nuevas formas de razonamiento cognitivo que en muchos casos están a años luz de lo experimentado hasta hoy. Un educador universitario tiene, de una parte, el reto de hacer uso de la tecnología a su alcance lo que implica un pronto aprendizaje de sus secretos con el objetivo de usarla con la mayor destreza posible frente al alumno. Ir a la par del cambio de cada artefacto y sus posibilidades casi interminables es uno de los desafíos más arduos para un educador. Pero no solo ello, porque la destreza que los individuos más jóvenes exhiben frente a estos aparatos conduce a los maestros a poner a prueba sus habilidades con el cambio y una razón exponencialmente geométrica, ya no solo aritmética.
En esas condiciones, varias de las capacidades adquiridas por los maestros universitarios, también de instituciones como la UHE, deben ser revisadas, puestas a punto o colocadas a prueba. Es preciso desaprender varias cosas y adaptarse a la velocidad del cambio de vértigo de los nativos digitales. Las instituciones han iniciado procesos de educación para los maestros con el objetivo de reducir las brechas digitales. Son urgentes nuevas maneras de relacionarse con el mundo, la interacción e interconexión entre personas, diferentes a las que los docentes están habituados.
¿Es posible que docentes inmigrantes digitales, es decir, que han pasado de una era a otra, puedan enseñar a nativos digitales? ¿Es posible que un analógico pueda enseñar a un individuo que es capaz de estudiar mientras ve televisión o participa en un video juego? ¿Es posible que alguien que prefiere imágenes a palabras pueda ser educado por un individuo formado solamente a medias en un ambiente digital? Todas las respuestas son positivas a estas preguntas en un entorno como el de la UHE. Pero también debemos recordar que los valores en el aprendizaje son distintos entre nativos digitales porque su modo de aprender es a partir de la experiencia o la simulación. Los métodos tradicionales de razonamiento y, menos aún de memorización, quedan fuera de su radio de acción.
Los docentes de la UHE están encaminados, todos, a reformar sus códigos de acción e inventar nuevos modos de enseñar. El perfil cognitivo no es el mismo. El presente requiere modificar las metodologías y aprender a comunicarse con celeridad con quienes están por delante en la aplicación tecnológica.
En esta época dominada por la pandemia del Covid-19, para los docentes de la UHE no solo fue necesario aprender nuevas herramientas y métodos de interconexión para la enseñanza, sino brindar una experiencia digital completa al estudiante. Esto engloba no solamente una conexión o el uso de una plataforma de reuniones (programar una sesión de Teams o de Zoom) sino a educar desde una perspectiva por completo online. Esto tiene un modo por completo diferente al modo tradicional y responde a mecánicas distintas, y va mucho más allá del simple uso de esquemas y plataformas. Son muchas las destrezas que los docentes han debido aprender para lograrlo y ello se ha puesto a prueba. Afortunadamente, los docentes de la UHE han recibido constante capacitación para ello y, de ese modo, han podido cara a cara superar este desafío.
Lo indispensable es nunca perder de vista la perspectiva cuando hablamos de nativos digitales y su educación: sobre la base de todo el saber está la ciencia y ella es el punto de partida. Sobre ese punto de partida todo es posible.