En esta ocasión, Dolce Vita mantuvo una entrevista con uno de los actores principales del Ecuador en lo que se refiere a sostenibilidad: Gustavo Manrique Miranda, actual ministro del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. La trayectoria y su trabajo en pro de la naturaleza es ampliamente conocido. Un optimista por excelencia, Manrique está convencido de que el desarrollo de una sociedad va de la mano del cuidado del medio ambiente,
Gustavo, ¿qué es sostenibilidad?
Para entender qué es la sostenibilidad tenemos que verla como el balance entre lo social, lo económico y lo ambiental. No hay ninguna riqueza que justifique ir en detrimento de la naturaleza. Así como ninguna protección del medio ambiente que justifique la pobreza o un país rico que salve a la naturaleza pero que trate mal a sus ciudadanos.
¿Cómo empezar con el cambio o ser parte de él?
La salida está en las acciones cotidianas porque en su suma está gran parte del cambio. Necesitamos siete mil millones de ambientalistas imperfectos.
¿Cuáles han sido las principales acciones que han emprendido desde el ministerio?
Son varias las acciones y logros que se han obtenido. Empecemos en lo que respecta a las inversiones en el Ecuador, el ministerio que presido es el encargado de dar el primer banderillazo porque toda empresa que decida invertir requiere de un permiso ambiental. Cuando asumimos funciones, recibimos 136 mil trámites retrasados. Hoy estamos cumpliendo los tiempos de ley (entre 6 a 8 meses) y ya hemos logrado despachar 70 mil. En esa misma línea, queremos automatizar los procesos para quitar la carga al funcionario y que se mejoren los tiempos sin dejar de ser rigurosos en lo que se solicita.
Por otro lado, hemos incrementado en un 42% las áreas protegidas del Ecuador, pasando de 60 a 71 áreas. En lo que respecta a la protección hídrica, crecimos de 16 mil a 65 mil hectáreas. Creamos la reserva marina Hermandad, con seis millones de hectáreas, misma que se conecta con Costa Rica a través de un corredor. El objetivo es llegar a fin de año con 100 mil hectáreas de protección única e incrementar a 400 mil hectáreas de bosque protector.
Y en lo que refiere al cambio climático, firmamos el Plan Nacional de Transición hacia la Descarbonización en el que trabajamos con cinco ministerios que tienen una alta huella de carbono. El objetivo es desarrollar una agenda de trabajo para reducir su impacto. Estas son solo algunas de todas las acciones que hemos emprendido. Trabajamos a paso firme.
Hace poco se realizó una Gira Amazónica, ¿cuál es su importancia?
Sin ecosistemas no hay vida. La Amazonía es el pulmón del mundo y somos bendecidos de que nuestro territorio esté una gran parte de este territorio. El Gobierno Nacional gestiona USD 2.5 millones para Nacionalidades y Pueblos Indígenas de la Amazonía como incentivo por la reducción de la deforestación alcanzada, con esto se busca que cerca de 300 mil personas de las 11 nacionalidades indígenas amazónicas del país impulsen proyectos en los que la sostenibilidad sea el eje como ecoturismo, conservación y protección de bosques primarios, educación ambiental, restauración y reforestación, entre otros. Esto se logró a través de la implementación del Plan de Medidas y Acciones REDD+ y es parte del compromiso suscrito entre este ministerio y la CONFENIAE.
También canalizamos una inversión de USD 450.000 no reembolsables para la producción sostenible y libre de deforestación en la Amazonía con la que se mejorará la vida de 14.000 habitantes. En Morona Santiago se entregó el Plan de Manejo del Bosque Protector Kutuku Shaimi a las comunidades que se encuentra en esta área y en la misma provincia, se entregó un centro de acopio a más de 200 productores de café sostenible.
¿Cuál es la línea de trabajo del ministerio?
Estamos en un camino en el que demostramos que la biodiversidad es la nueva moneda que el Ecuador necesita para salir adelante. La conservación va a movilizar recursos para que sea muy rentable la preservación los recursos. Estamos creando una política pública de resultados inmediatos que movilicen recursos. Así se comprueba que la conservación es un buen negocio para las comunidades locales, los gobiernos subnacionales y el gobierno central.
¿Cuál es el objetivo de Gustavo Manrique?
En mi vida personal y profesional, nunca he aceptado algo que no tenga una causa o que no persiga un objetivo superior que mejore el estilo de vida. Hasta cuando pueda, desde el ámbito público o privado, trabajaré para que las futuras generaciones puedan tener los mismos recursos que nosotros tenemos.