Lo que comenzó como un sueño personal, hoy es una empresa que transforma la forma en la que se entiende la seguridad privada en el país. Alejandro Tejada fundó Sotersa hace cuatro años junto a su socio Sebastián Muñoz, con una idea clara: ofrecer un servicio de seguridad profesional, pero sobre todo humano. Y esa visión, más que cumplirse, se ha convertido en la esencia misma de la empresa.
En el Ecuador, en lo que respecta a servicios de seguridad había mucho que mejorar: agentes mal remunerados, poco capacitados y con un servicio al cliente débil. Sotersa nació para cambiar ese modelo. Desde el primer día, decidieron poner a las personas en el centro, empezando por su propio equipo.
A diferencia de muchas empresas del sector, Sotersa no solo entrena a sus agentes en técnicas operativas o tácticas. Los mantienen actualizados a través de capacitaciones y lo que es más primordial, también los cuida emocionalmente con espacios de acompañamiento psicológico. Todo esto porque, como lo explica su fundador, “un agente feliz puede proteger mejor, representa mejor a la empresa y brinda un mejor servicio al cliente”.
El resultado de esta visión es una empresa que crece de manera sostenida y que se expande por varias ciudades del país: Quito, Cuenca, Guayaquil, Manta, Coca, Tena, Ambato. Cada nueva plaza implica inversión en infraestructura, acercamiento con la Policía Nacional, y planificación rigurosa para mantener los estándares que se han propuesto desde el inicio.
Además de la tradicional guardianía, Sotersa ofrece hoy soluciones de seguridad electrónica, custodia de carga, seguridad táctica para eventos y servicios personalizados. Nada se improvisa. Cada cliente es evaluado de forma individual, se realiza un estudio de seguridad, se identifican los riesgos reales y se plantean soluciones claras y responsables.
El liderazgo de Sotersa también se refleja en su búsqueda de excelencia. Actualmente, la empresa se encuentra en proceso de certificación en normas internacionales de gestión de calidad y seguridad, y trabaja para ser reconocida como Great Place to Work. Alejandro, por su parte, se ha capacitado en áreas como contrainteligencia, antiterrorismo y psicología, convencido de que un líder debe estar preparado antes de exigir preparación.
Hoy, Sotersa no es solo una empresa de seguridad. Es un proyecto que cuida a quienes cuidan. Que respeta, forma y valora a sus agentes como parte clave de un servicio que cada vez es más demandado. Y aunque llevan apenas cuatro años en el mercado, su crecimiento, reputación y solidez revelan una misión mucho más grande: brindar confianza real a quienes confían en ellos.