Un futuro libre de humo es una propuesta más que conceptual, es una realidad que poco a poco comienza a tomar fuerza y que significa el cambio radical de la industria tabacalera y el impacto que esta genera en la salud de millones de personas.
Recientemente, la FDA autorizó la comercialización de IQOS –producto de tabaco calentado– en los Estados Unidos, un dispositivo eléctrico diseñado por Philip Morris International (PMI), como una alternativa para reducir los riesgos en la salud de quienes fuman.
Estudios realizados por PMI señalan que IQOS contiene niveles de químicos nocivos en promedio un 95% más bajos que el humo del cigarrillo.
Moira Gilchrist, Vicepresidenta de Comunicaciones Públicas y Científicas de PMI, afirma que la multinacional ha invertido 6000 millones de dólares, basada en fundamentos científicos, para desarrollar una cartera de productos libres de humo que reemplacen los cigarrillos convencionales.
¿Cómo se ha trabajado?
Desde 2008, PMI ha reunido un equipo de más de 400 científicos e ingenieros de clase mundial enfocados en investigar y desarrollar productos libres de humo, es decir que no queman o que no contienen tabaco.
La aplicación de exigentes estándares científicos a cada paso de la evaluación garantiza la calidad e integridad del producto durante su ciclo de vida completo, desde el concepto hasta la comercialización.
Y si bien el desarrollo de un nuevo dispositivo de riesgo reducido es un gran paso, el siguiente es decisivo.
Aquí es donde la discusión sobre nuevas alternativas para fumadores cobra más relevancia, debido a que es necesario conocer los avances más recientes que se hacen en este campo, estudiarlos rigurosamente y abrir un debate sobre su impacto en la salud pública.
Moira agrega que “las regulaciones deben disuadir a las personas para que no empiecen a fumar y fomentar el cese de este hábito.
Pero, deben ser proporcionales al riesgo: el producto más dañino, los cigarrillos, debe estar sujeto a la regulación más restrictiva.
Es igualmente claro que si bien millones de hombres y mujeres continuarán fumando, también deberían tener la oportunidad de cambiar a mejores alternativas, sin combustión”.
El debate entre la comunidad científica, la academia, los respectivos organismos del Estado y la población es clave.
La revisión y planteamiento de un marco regulatorio que tome en cuenta el desarrollo de nuevos dispositivos libres de humo es fundamental para evitar la desinformación y proteger la salud pública.
Moira agrega que “las regulaciones deben disuadir a las personas para que no empiecen a fumar y fomentar el cese de este hábito.
Pero, deben ser proporcionales al riesgo: el producto más dañino, los cigarrillos, debe estar sujeto a la regulación más restrictiva.
Es igualmente claro que si bien millones de hombres y mujeres continuarán fumando, también deberían tener la oportunidad de cambiar a mejores alternativas, sin combustión”.
IQOS está actualmente presente en 47 mercados de todo el mundo, como Japón, Rusia, Suiza, Israel y Corea del Sur.
El debate entre la comunidad científica, la academia, los respectivos organismos del Estado y la población es clave.
La revisión y planteamiento de un marco regulatorio que tome en cuenta el desarrollo de nuevos dispositivos libres de humo es fundamental para evitar la desinformación y proteger la salud pública.