Alemania es historia, gastronomía y cultura, mucha cultura. Y eso, el mundo lo sabe. Anualmente, los germanos reciben 37 millones de turistas de todo el planeta.
Es que este pequeño pero rico país tiene mucho para ofrecer y mostrar. Es fácil de conocer, uno de los mejores destinos para vacacionar y la mezcla entre lo moderno y lo clásico cautivan y dejan con ganas de volver.
Uno de los mejores lugares para visitar es Frankfurt, una ciudad conocida como la puerta de entrada a Europa y polo estratégico para toda la Comunidad Europea, ya que es el centro financiero y económico del país.
Y aunque fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, aún conserva su lado histórico en el centro de la urbe con construcciones emblemáticas como el ayuntamiento y la iglesia de San Nicolás.
Además, la Catedral de San Bartolomé, la más importante de Frankfurt, es un punto imperdible gracias su vista panorámica de toda la cuidad.
Otro de los espacios destacados es la casa de Goethe –reconocido escritor alemán, autor de obras clásicas como Fausto– que fue reconstruida y restaurada porque fue blanco de la guerra.
München es otra de las ciudades imprescindibles para visitar en Alemania. Está llena de vida, de actividades culturales, de parques preciosos como el Hofgarten y el Jardín Inglés en que el surfean los visitantes en un canal artificial.
Alrededor de la plaza Marienplatz hay varios bares para disfrutar de una buena cerveza local y las famosas salchichas.
Y claro, allí se celebra una de las fiestas más famosas: el Oktoberfest, un encuentro con trajes típicos, bandas de música y jarras de cerveza por doquier.
También, se puede recorrer los mejores negocios para ir de compras en la calle peatonal de Neuhauserstrasse, una excelente opción donde se puede encontrar tiendas y almacenes para los turistas.
Cerca de la frontera con Países Bajos, está Düsseldorf, una ciudad con mucha vida nocturna. Solo en el casco antiguo hay de 250 bares y en el Marktplatz –una plaza cerca del ayuntamiento– hay cientos de restaurantes para disfrutar de la gastronomía de la zona como las salchichas Nüremberg.
Esta es una ciudad bonita, limpia, verde, con parques y zonas recreativas.
Si no es suficiente todo lo descrito, pues acá un consejo más: visiten el gran carnaval de Düsserldorf, una fiesta como ninguna otra, donde todo vale, sobretodo divertirse y pasarla bien.