Brasil es el mayor exportador mundial de café, aunque le siguen Vietnam, Colombia, Indonesia, Honduras y Etiopía. La historia del café comienza en el llamado «cuerno» de África, Etiopía.
La leyenda de la tribu Kaldi que se fue transmitiendo de forma oral, cuenta que las cabras se alimentaban de cierto tipo de bayas que crecían en la zona, y después de su consumo empezaban a comportarse y a moverse con mucha energía.
A partir de ese momento comenzó su consumo por el ser humano, su mayor expansión fue a partir del siglo XV con los árabes, aunque es posible que fuese antes, pero al no tener ningún testimonio escrito, es imposible saberlo; por ejemplo, en Sudamérica.
A continuación una lista del beneficio del café:
- El café es rico en antioxidantes. El mayor antioxidante que posee es el ácido clorogénico, que sirve para acelerar el metabolismo lípidico, promoviendo la pérdida de peso y de grasa. Regulando la distribución de la grasas corporales y aumentando la utilización de los ácidos grasos para la obtención de energía. Tampoco hay que perder de vista la función de los polifenoles que presenta frente al sistema cardiovascular o como preventivos frente al cáncer o a las enfermedades neurodegenerativas.
- Parece ser, según otros estudios, que baja las concentraciones de colesterol plasmático total (dislipidemia), debido a los dos diterpenos que contiene: cafestol y kahwoel.
- También, la cafeína que posee, es una excelente sustancia que promueve los reflejos, la atención y la capacidad de aprendizaje. Al ser un antagonista de los receptores de la adenosina, en el organismo se produce una mayor liberación de neurotransmisores como dopamina, serotonina y noradrenalina. Es beneficioso, en su justa medida, para personas que realicen una actividad física intensa.
- Varios estudios científicos han demostrado que el consumo de café es eficaz con la diabetes tipo 2.
- Además, la ingesta de café reduce el riesgo en personas con alto riesgo de enfermedad hepática, incluyendo daño hepático, cirrosis y carcinoma hepatocelular.
- El riesgo de la enfermedad de Alzheimer es más bajo en quienes consumen regularmente café con cafeína que en quienes no lo beben, según apuntan otros estudios.