Los nombres suelen ser un gran dilema para una banda. Sin embargo, en el caso de Pink Floyd hubo unanimidad absoluta.
En el mismo momento en que la banda comenzó a tomar una posición más ventajosa, las entrevistas solían hacer una pregunta clara: quién de los componentes era Pink empezó a convertirse en una pregunta normal.
Estaba claro que tanto la prensa especializada como el público pensaba que alguno de los miembros se llamaba Pink.
Sin ir más lejos, varias personas desconocen el verdadero motivo por el que la banda tiene dicho nombre.
Al gusto de Barret
Syd Barrett siempre fue un amante de la música. Sus gustos eran tan variados que sorprendía la cantidad de flancos por donde podía atacar.
Entre estos géneros predominaban el rock, el funk y por encima de todo el blues.
En su colección de blues presumía de tener un gran número de cantantes. Dos de los intérpretes en su colección, eran Pink Anderson y Floyd Council.
Una tarde cualquiera, Syd se encontraba en su casa escuchando un LP de Blind Boy Fuller, un guitarrista de blues nacido en Carolina del Norte.
En su contraportada encontró un texto de Paul Oliver en el que se incluían los nombres de Pink y de Floyd.
En en ese momento donde se encendió la chispa. The Pink Floyd Sound ya era una realidad, y la leyenda estaba empezando a fraguarse.
Poco a poco ese nombre empezó a acortarse, hasta que finalmente el nombre del grupo se quedó simplemente como Pink Floyd.
Pero, ¿quiénes eran Pink y Floyd?
Pinkney Anderson nació en Carolina del Sur en 1900.
En su rapidez por aprender todo sobre el mundo de la música, enseguida se adueñó de una guitarra eléctrica que empezaría a tomarse en serio con catorce años de edad.
Entre garitos de dudosa calidad y personas que lo trataban con crueldad, Pink empezó a hacerse con el control de su música.
Continuó tocando durante toda su vida hasta su fallecimiento en 1974. Un deceso que no fue muy lamentado, pues eran pocos los que podían apreciar la calidad de Pink Anderson como bluesman.
Floyd Council nació en Carolina del Norte en 1911, en un pueblo llamado Chapel Hill. Le bastaron apenas diecinueve años para que se le empezara a tener en cuenta en algunas salas y bares. Empezó a ser una eminencia dentro de su territorio natal.
En Estados Unidos, Floyd Council era un nombre que simplemente sonaba a familiar, a lejano.
Durante toda su vida se mantuvo al pie del cañón con su amiga de seis cuerdas por los bares de Carolina del Norte, especialmente de Chapel Hill.
A finales de los años 60 sufrió un derrame cerebral que le dificultaría cantar o tocar como normalmente hacía. Falleció de un ataque al corazón en 1975.
Pink Floyd: mi nombre será leyenda
Pink Anderson como Floyd Council nunca se conocieron. Tampoco están incluidos ambos en un recopilatorio de blues.
Pero, tras el origen del nombre de la banda Pink Floyd, sus nombres se han convertido en historia musical.
Puede que un nombre de una banda es un motivo triste por el que te recuerden. Puede que la música es la que deba recordarlos.
Si uno se detiene a pensar en el balance positivo y negativo que tiene esto, sacará más beneficio que otra cosa.
Desde que los nombres de Pink Anderson y Floyd Council fueron conocidos gracias a Pink Floyd, su popularidad probablemente se haya visto aumentada, aún después de haber fallecido.