Cuando los periodistas desplazados a Melbourne desde todas las partes del mundo buscaban ya datos para documentar la segunda derrota de Roger Federer contra John Millman (30 años y 47º del mundo) en un Grand Slam, el suizo destrozó las crónicas, así lo relata AS
Roger Federer, con una remontada épica en el superdesempate del quinto set, sacó adelante una una batalla que duró cuatro horas y tres minutos.
John Millman ganaba por 8-4 y se veía de nuevo verdugo del campeón de campeones, Roger Federer, con sus andares altivos, mascando chicle como quien no quiere la cosa.
Eso, pese a que tenía al público en contra pese a jugar en casa, algo habitual cuando quien sea y donde sea se enfrenta a Roger Federer.
¿Qué hizo Roger Federer?
Pero el Genio de Basilea, de nuevo genial, remontó con un parcial de 6-0 apoyado en cinco errores de su rival (dos forzados y tres no) y un golpe ganador de drive cruzado excelso.
Así, con extremo sufrimiento suyo y de su mujer, Mirka, despeinada y de los nervios en la grada, logró su victoria 100 en el Open de Australia, segundo grande tras Wimbledon en el que alcanza esa cifra a la que nadie más ha llegado.
El marcador, 4-6, 7-6 (2), 6-4, 4-6 y 7-6 (8).
Federer sigue activo en la defensa de su récord de 20 títulos de Slams. Eso sí, con el aliento de Nadal en el cogote. En octavos se medirá el domingo con el húngaro Marton Fucsovics, que pudo con el estadounidense Tommy Paul (6-1, 6-1 y 6-4).
Federer se la jugó a un todo o nada cuando vio que el partido jo iba a ser cómodo para él. En esas circunstancias y con un tenis de alto riesgo, el helvético acumuló 82 errores no forzados, aunque también le recetó a Millman 62 golpes ganadores.
El servicio esta vez no le sacó de apuros, y como le ocurre a veces, tras un partido brillante como el que hizo ante Krajinovic el miércoles, entregó una actuación errática que en esta ocasión no le costó la eliminación de milagro.
“Menos mal que había superdesempate, que si no hubiera perdido”, reconoció al final, visiblemente emocionado y tenso.
No es habitual que al ponerse con ventaja (se puso 2-1 tras el set incial ganado por el aussie) no la aproveche.
En la quinta manga lo tuvo crudo con un break en contra, pero igualó y después salvo dos puntos de break en el séptimo juego para llegar a ese desenlace mágico en el que salvó los muebles.
Su rendimiento en futuros compromisos es ahora una incógnita. No se sabe qué Federer veremos después de este palizón físico y mental. Habrá que seguir expectantes.