La alcaldesa, Virginia Raggi, desvela su propuesta para combatir las aglomeraciones ante el monumento Fontana di Trevi.
Bajo las aguas de la Fontana di Trevi yace un tesoro. Miles de turistas paran cada día ante la fuente más célebre de Roma y fían al lanzamiento de una moneda su esperanza de regresar a la Città Eterna.
¿Cuántos euros se encontraron en Fontana di Trevi?
Tanto que el año pasado se hundieron en la fuente hasta 1,4 millones de euros, según el último informe de Caritas, la organización a la que se destina el dinero rescatado.
El documento desvela que hubo viajeros más originales: tiraron brazaletes, fichas de póker, llaves o candados.
Dos arrojaron directamente su dentadura postiza. Sea como fuere, todos los visitantes pronto tendrán que agilizar sus lanzamientos: la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, quiere establecer un “recorrido de fruición que no permita detenerse” ante la Fontana di Trevi, según informó en una entrevista en el programa televisivo Porta a Porta, emitido ayer en Italia.
“Tenemos unos 5.000 agentes en la policía municipal, cuya edad media es bastante alta, entre 55 y 60 años. Monitorean muchísimo las calles y empiezan a hacerlo también con los monumentos; en la Fontana di Trevi estamos estableciendo turnos más intensos”, explicó Raggi antes de desvelar la idea de prohibir detenerse ante la fuente.
“Roma está llena de monumentos. Los estamos controlando 24 horas al día, pero no tengo el poder de multiplicar a los agentes”, agregó la alcaldesa.
La medida iría dirigida a reducir la masa humana que cada día rodea la fuente y que ha vuelto a desatar cierta polémica en Italia en los últimos días.
Primero, el ministro de Cultura, Dario Franceschini, propuso limitar el acceso de turistas al monumento. Justo en las semanas previas, dos visitantes se habían bañado en la Fontana.
El concejal de Cultura del Ayuntamiento, Luca Bergamo, respondió al ministro con un no firme. Y ahora al debate se suma la propuesta de Raggi.
Alcaldesa y ministro, además, se habían enfrentado recientemente también por el Coliseo: Franceschini lanzó el proyecto del Parque Arqueológico para el Coliseo, un organismo que gestionara el monumento y el área a su alrededor, dirigido por un responsable elegido con un concurso internacional.
Y Raggi presentó un recurso ante la justicia contra la medida, argumentando que privaba a la ciudad de Roma de parte de los ingresos que generan las visitas al Coliseo.
Nueva vieja Fontana
Tras derrumbes y desprendimientos, la Fontana di Trevi pasó por 17 meses de obras de restauración y se pasó un año y medio cerrada, sin agua y escondida tras los andamios.
La nueva fuente se mostró en noviembre de 2015, lo que provocó enseguida un debate sobre el supuesto cambio de color del agua.
Desde entonces, el comportamiento de ciertos turistas —algunos trepan sobre el monumento, varios tratan de emular a Anita Ekberg en La dolce vita— refuerza cada cierto tiempo las polémicas sobre el estado de la fuente y su cuidado.
Inevitablemente, la propuesta de Raggi también ha generado opiniones a favor y en contra. Y seguramente el debate siga sin parar. ¿Como los turistas ante la fuente?