La lactancia es clave en el desarrollo de los recién nacidos y durante la crisis actual muchas interrogantes han surgido. No hay evidencia que indique que el coronavirus se transmita en la leche materna. Joaquín González-Alemán, representante de UNICEF Ecuador, realiza un “llamado a los profesionales de la salud a que permitan la lactancia materna y el apego piel a piel el momento del nacimiento, ya que son dos aspectos fundamentales que contribuyen al correcto desarrollo del niño o la niña”.
Si la madre ha contraído el virus COVID-19 puede seguir dando de lactar si usa mascarilla, se lava bien sus manos antes de tocar al bebé y desinfecta frecuentemente las superficies que haya tocado. Con estas medidas, de acuerdo a un comunicado de la UNICEF, no hay riesgo de que la madre mantenga la lactancia y el contacto piel con piel con su bebé.
Si la madre está muy enferma debido al COVID-19 o por otras complicaciones, es recomendable que se extraiga la leche para dársela al bebé en una taza o con una cuchara limpia, siguiendo en todo momento las mismas medidas de prevención de la infección.
Con el fin de asegurar que la práctica de la lactancia no se pierda o disminuya, UNICEF y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) han adaptado el Curso Avanzado de Buenas Prácticas de Lactancia Materna al contexto del COVID-19. El objetivo es que los profesionales de la salud del Ministerio de Salud adquieran mejores conocimientos y competencias de asesoría en lactancia materna, y cuenten con lineamientos claros para promocionar la lactancia durante la pandemia.