¿Sabías que aproximadamente el 80% de los habitantes de las grandes ciudades están expuestos a niveles acústicos superiores a los 55 decibeles (dB)? Esta estimación, presentada en el último Informe Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), motiva una creciente preocupación por la salud física y mental de los ciudadanos. La contaminación acústica se ha convertido en una amenaza insidiosa que requiere atención urgente.
Según el Informe Fronteras 2022 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los efectos del ruido urbano en la salud pública varían desde malestar temporal hasta trastornos crónicos graves, incluida la incidencia de enfermedades crónicas y mortales como la hipertensión arterial y la diabetes.
Ciertas zonas del Ecuador se caracterizan por altos niveles de contaminación acústica. Recientes mediciones realizadas por GAES, una marca Amplifon, líder en salud auditiva en Ecuador y el mundo, registraron niveles de ruido que superan los 80 decibeles (dB), el límite de seguridad recomendado por la OMS. Estos niveles se registraron en zonas de alta afluencia de personas en las principales ciudades del país, como Quito y Guayaquil.
- GUAYAQUIL – Sector Parque Centenario – Calle Rumichaca: 89 a 93 db.
- GUAYAQUIL – Sector Centro Comercial Mall del Sol (norte): 91 a 97 db.
- QUITO – Sector de Túnel de Guayasamín (centro): de 75 a 90 db.
- QUITO – Sector El Portal (norte): 85 a 90 db.
- QUITO – Sector El Bosque (centro norte): 84 db a 88 db.
- QUITO – Sector Quicentro Sur: 89 db.
Impacto de la contaminación acústica en la salud:
El exceso de ruido daña los oídos y provoca estrés tanto a nivel físico como psicológico. El Informe Fronteras 2022 detalla con más detalle las graves consecuencias para la salud física y mental de la exposición al ruido urbano.
A continuación se detallan algunos de los efectos más preocupantes que se desprenden de los resultados del estudio en todo el mundo:
- Riesgo cardiovascular y metabólico: la creciente evidencia sugiere que la exposición al ruido del tráfico es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Estos incluyen aumento de la presión arterial, hipertensión, enfermedades coronarias y diabetes, según el informe.
- Casos en Europa: Una estimación conservadora indica que la exposición prolongada al ruido ambiental en Europa provoca 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica y 12.000 muertes prematuras al año.
- Estudios en Toronto: investigaciones realizadas durante 15 años en residentes de larga duración en Toronto, Canadá, muestran que la exposición al ruido del tráfico aumenta el riesgo de infarto agudo de miocardio e insuficiencia cardíaca congestiva. Además, se observa un aumento del 8% en la incidencia de diabetes mellitus y un aumento del 2% en la hipertensión.
- Datos en Corea: Un análisis de datos nacionales en Corea encontró que cada aumento de un decibelio en el nivel de ruido durante el día se asocia con un aumento del 0,17 % al 0,66 % en la incidencia de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Estrategias para mitigar el impacto de la contaminación acústica a nivel personal:
Érika Morante, audioprotesista de GAES, señala la importancia de comprender los niveles de exposición al ruido y sus potenciales efectos en la salud auditiva. “Un susurro produce 30 dB y una conversación normal produce 60 dB, ambos considerados niveles sonoros adecuados para la audición. Sin embargo, en entornos urbanos el ruido puede superar los 95 dB debido a diversas fuentes como el tráfico, la música de las tiendas y el bullicio de la gente. La exposición prolongada a niveles superiores a 70 dB puede afectar la audición, especialmente cuando el tiempo de exposición supera las 3 horas diarias”, explica Morante.
Para minimizar el impacto de la contaminación acústica, GAES recomienda las siguientes medidas:
- Limitar la exposición: evitar permanecer más de 3 horas en lugares con alta contaminación acústica.
- Uso de Protectores Auditivos: en ambientes ruidosos, especialmente en establecimientos comerciales en zonas de alta exposición, es recomendable el uso de protectores auditivos.
- Reducción de Fuentes de Ruido: evite el uso de auriculares en ambientes ruidosos para no sobrecargar aún más el sistema auditivo.
- Controles auditivos periódicos: realice exámenes auditivos periódicos, especialmente si está expuesto a contaminación acústica constante, para evitar daños auditivos.
La prevención es fundamental para preservar la audición y la salud general en contextos urbanos caracterizados por altos niveles de contaminación acústica.