Historia del crooner
Muchos no saben lo que es un crooner y es una pena que sea así. Un cantante elegante, nocturno, de salón, bien vestido, de voz aterciopelada y contenido romántico en sus canciones, con capacidad de seducción infinita, eso es un crooner. El último crooner de la canción francesa (y del mundo) fue Charles Aznavour. En él se dieron cita el melancólico, el mediterráneo, el entregado, el mágico y el mundano, el que extraña una Venecia inundada sin su amor. Aznavour compuso más de un millar de canciones y fue un fenómeno de ventas en todo el mundo, conquistó a públicos de varias generaciones y falleció hace un par de años.
Murió a los 94 años de edad quien sería junto con Edith Piaf, Yves Montand y Charles Trenet, una de las glorias de la canción francesa. Vendió 180 millones de discos y hasta sus últimos días se presentaba en vivo ante audiencias de fidelidad a prueba de balas. Apareció en un par de filmes escasamente recordables pero en uno de ellos tuvo notoriedad: Disparen sobre el pianista filmada de 1960, dirigida por el gran Francois Truffaut.
Fue de raíces armenias a las que siempre respetó y tuvo apego. El presidente francés, Macron, se despidió de este modo de Aznavour en su momento:
“Profundamente francés y apegado a sus raíces armenias, fue reconocido en todo el mundo. Charles Aznavour acompañó las alegrías y las penas de tres generaciones. Su amplia obra, el timbre de su voz y su influencia sobrevivirán por mucho tiempo”
Profondément français, attaché viscéralement à ses racines arméniennes, reconnu dans le monde entier, Charles Aznavour aura accompagné les joies et les peines de trois générations. Ses chefs-d’œuvre, son timbre, son rayonnement unique lui survivront longtemps.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) October 1, 2018
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) 1 de octubre de 2018
Su nombre real fue Shanon Varenagh Aznavourian y nació en París el 22 de mayo de 1924. Su madre, Knar Baghdassarian, era actriz. Por la causa armenia, Aznavour que ya era un reconocido cantante pidió a los turcos reconocer que la muerte de más de un millón de armenios fue un genocidio. Turquía se negó y Aznavour escribió “Ils sont tombés” (Ellos calleron).
En Francia creó, vivió y fue feliz. Acá va el recuento de sus canciones: She, en Melancholia de Lars Von Trier, y en Notting Hill, versión de Elvis Costello. Y en su grandeza refulgen: La boheme, Hier encore (Ayer todavía), Que c’est triste Venise (Triste Venecia), etc. Apres l’amour (Después del amor) censurada de la radio francesa en 1965 por faltas a la moral, es de tono autobiográfico.
Pero siempre recordaremos “Venecia sin ti” en manos y voz del crooner. Porque Venecia jamás será lo mismo sin ti, V.