Tomamos las maletas, apreciamos que la vacuna contra el virus llegue y todos seamos vacunados, y emprendemos el camino de Europa. Nos encontramos cara a cara con Escocia al nortoeste de Europa, el lugar mítico de los castillos y las brumas. Escocia no está aparte de la Gran Bretaña pero sí es un mundo propio lleno de sorpresas y, como hemos aprendido desde la ya lejana infancia, lleno de castillos. Así se nos viene el Castillo de Dunrobin, en las Highlands del Norte, una maravilla de arquitectura afrancesada y que es una de las residencias más antiguas de la isla que han estado habitadas de forma continua. Con 189 habitaciones, es el castillo más grande de las Highlands del norte. Excepcional arquitectura que a un visitante de Sudamérica deslumbrará y una de los detalles más deslumbrantes: torres de ensueño y cuento de hadas que fueron añadidas por Sir Charles Barry quien también diseñó las Casas del Parlamento de Londres.
A Dunrobin podemos agregar el Castillo de Caerlaverock, en Dumfriesshire, cerca de la ciudad de Dumfries, Dumfries y Galloway. Con una piedra triangular, este imponente castillo presenta el tradicional foso en un entorno vegetal soberbio de una reserva natural. Y si ya estamos ahí, podemos tomar el camino del Tómbolo de St. Ninian, una archipiélago en Shetland, cerca de Bigton. Tenemos ante nuestros ojos arenas sin mancha y aguas de un azul antillano que casi nos ciega en este camino escocés.
Podemos pasar a toda prisa a la Bahía de Sandwood, en los Highlands del Norte, quizá con algo de dificultades en la caminata, pero valdrá la pena el esfuerzo: descubrirán un kilómetro y medio de playa de arena dorada, como en los parajes de Galápagos o el Mediterráneo. Y si se trata de cuevas o maravillas subterráneas, la de Smoo, en Sutherland, Escocia, regala la visión de acantilados de piedra caliza que forman el promontorio de una estrecha ensenada, la cueva de Smoo, la cueva marina más grande de Gran Bretaña. Estanques subterráneos, visiones de otro mundo en este mismo planeta y un entorno de leyendas fascinantes que provienen de al menos dos mil años atrás.
El Kilmartin Glen en Argyll, es uno de los lugares de mayor concentración de restos prehistóricos en todo el mundo, queridos lectores de Dolce Vita. Kilmartin Glen comprende más de 800 estructuras en un radio de 9,6 kilómetros, entre fosas mortuorias y menhires. No deje de visitar el Fuerte de Dunadd, lugar donde eran coronados los reyes de la antigüedad y donde se forjó la vieja Escocia.
Concluimos este recorrido por los secretos de Escocia en la Piedra de Sueno, en Forres, Moray, lugar de residencia de los pictos, pobladores originales del norte que dejaron tras de sí excepcionales reliquias de la antigüedad. Esta roca impresionante, en Forres, es el menhir tallado de mayor altura de toda Escocia y muestra escenas de una batalla del siglo X para el espectador de once siglos más tarde. En Aberdeenshire contemplaremos la mayor abundancia de menhires y monumentos antiguos, en particular en la Ruta de Crómlechs que congrega estos restos.
Volemos a Edimburgo, capital de Escocia, con Air Europa y disfrutemos de la grandeza del frío y lo milenario de sus restos. Nos quedan las ciudades y la cultura. A ellas siempre volveremos de viaje.