Su capacidad vocal, su talento al piano y en la composición y su puesta en escena atrayente y carismática sobre el escenario hicieron de él uno de los músicos más admirados de la historia.
Hace casi 30 años, una bronconeumonía asociada al sida causó su muerte, pero no acalló su voz, viva, junto a su recuerdo, en temas como ‘Bohemian Rapsody’ o ‘Somebody to Love’, entre otros.
Antes de ser Freddie Mercury fue Farrokh Bulsara, un niño que nació en Zanzíbar en el seno de una familia parsi india que se había trasladado a la isla.
Al cabo de unos años, Mercury volvió a India como un tímido alumno de St. Peter’s School, un internado masculino en Panchgani,entre cuyas paredes aprendió a tocar el piano.
“Fui un niño precoz. Mis padres pensaron que un internado me haría bien y me enviaron a uno cuando tenía siete años, querida”, dijo Mercury a la periodista Caroline Coon en 1974, en una entrevista para Melody Maker, recuperada por The Guardian en 2011.
Tras acabar sus estudios Mercury volvió a Zanzíbar pero, con la revolución de 1964, la familia decidió trasladarse a Reino Unido.
Mercury formaba parte de una banda llamada Ibex, renombrada como Wreckage. Por su parte, Brian May, era estudiante de astrofísica; Tim Staffell, bajista y vocalista, habían formado un grupo.
Cuando Staffell, que presentó a Mercury al resto de los integrantes de Smile, decidió abandonar Smile para unirse a Humpy Bong, Mercury se unió a Taylor y May, con los que vivía, y refundaron la banda. La nueva formación se llamó Queen, que significa reina.
El nombre y el logo fueron cosa suya. “No sé, en aquel momento me resultaba extravagante”, dijo a una televisión británica cuándo le preguntaron el porqué. El nombre de la banda no fue el único que cambió en aquella época: Farrokh Bulsara se convirtió oficialmente en Freddie Mercury.
La formación cerró sus filas con la entrada de John Deacon, que tenía un máster en tecnología acústica y vibratoria y era, además, un excelente bajista. Bajo la compañía Trident Productions, el álbum debut de Queen, homónimo, vio la luz en 1973.
Desde el escenario, Mercury conquistaba a la audiencia con su personalidad, teatralidad y carisma. “Bueno, sobre el escenario simplemente hago clic. Para ser sincero, me es bastante fácil. No me cuesta mucho. Quiero decir, sé que suena engreído y hay muchos contratiempos y muchas tensiones y nervios, pero no tanto como antes”, dijo a Caroline Coon, “Ahora somos la cabeza de cartel, sabemos que la gente ha venido a vernos”.
En 1975 llegó la confirmación de la banda con ‘A Night At the Opera’. Por aquel entonces ya trabajaba con ellos su nuevo manager John Reid, que llevó también a Elton John.
“Si ese álbum no funcionaba tendríamos que desistir”, relató May en un documental de la BBC. Entre sus pistas se encontraba ‘Bohemian Rahsody’, una canción que, a pesar de los malos augurios se convirtió en un éxito.
Los trabajos de estudios y las actuaciones en directo se sucedieron y en la década de los años ochenta, Queen era una banda venerada con miles de seguidores que jugaba en la gran liga de tocar en estadios de fútbol llenos hasta la bandera.
En 1987, Mercury descubrió que tenía VIH, así relata May en el documental ‘Queen: Days of our lives’ cómo Freddie les hizo conocedores de la dolencia que sufría.
Tras una enorme conjetura en la prensa, deseo confirmar que he tenido un resultado positivo en la prueba de VIH y que tengo sida. Creí correcto mantener esta información en privado para proteger la privacidad de quienes me rodean. Sin embargo, ha llegado el momento de que mis amigos y fans de todo el mundo sepan la verdad y espero que todos se unan a mí, a mis médicos y a los de todo el mundo en la lucha contra esta terrible enfermedad”, rezaba el comunicado que hizo público.
Cuando estas palabras vieron la luz, Mercury llevaba semanas recluido en su casa en Londres. Alrededor de 24 horas después, el 24 de noviembre de 1991, falleció a los 45 años. El lugar en donde descansa nunca fue revelado.