Aprender un nuevo idioma es, para muchos, una meta académica. Pero para quienes eligen Latino Schools, aprender español se convierte en una vivencia integral: un viaje que transforma, enriquece y conecta con lo más profundo de una cultura.
Con sedes en tres ciudades patrimoniales de Latinoamérica —Quito, Cusco y Sucre— Latino Schools ha trascendido el concepto tradicional de escuela de idiomas. Aquí, el español no se enseña únicamente en el aula. Se vive. Se respira. Se siente en cada conversación con una familia anfitriona, en la sonrisa de una vendedora en el mercado, en el aroma de un plato típico compartido en una cena hogareña. Porque aprender español es también aprender a sentir como latinoamericano.
La historia de esta institución comenzó hace 34 años en el corazón de los Andes ecuatorianos, cuando los padres de Diego del Corral, apasionados por los viajes y el intercambio cultural, fundaron un espacio con una visión clara: enseñar el idioma español como una llave para descubrir toda una cultura y el alma de un país. Ese legado sigue vivo hoy, guiado con sensibilidad y compromiso por todo el equipo académico y administrativo que lo conforman, quienes han convertido esa visión familiar en un proyecto educativo internacional de prestigio.
Una inmersión real, humana y cercana
La metodología de Latino Schools está pensada para que el idioma no se aprenda, sino que se interiorice. A través de programas personalizados —de tres a quince semanas—, los estudiantes no solo reciben clases adaptadas a su nivel y objetivos, sino que participan en una variedad de actividades culturales que los llevan a interactuar con la vida diaria: visitar supermercados, charlar con personas de la ciudad, recorrer museos o compartir partidos de fútbol con locales.
El aprendizaje se amplifica cuando los estudiantes eligen hospedarse con familias ecuatorianas cuidadosamente seleccionadas. Estas familias no son solo anfitrionas, son verdaderas guías culturales que aportan desde la cocina hasta la conversación, contribuyendo activamente al proceso. Es en la cotidianidad donde el idioma cobra sentido, donde las palabras encuentran emoción y contexto.
Una red de prestigio y confianza internacional
Latino Schools no solo es reconocida por su calidez, sino también por su rigor académico. La escuela mantiene convenios con más de 40 universidades en el mundo, lo que permite a los estudiantes convalidar créditos en sus países de origen. Y su prestigio ha llegado a niveles gubernamentales: el Departamento de Estado y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos confían en sus programas para capacitar a sus futuros diplomáticos y oficiales destinados a América Latina.
La razón es clara: Latino Schools ofrece una experiencia educativa de excelencia, con estándares de calidad replicados en cada una de sus sedes. Su modelo de inmersión lingüística y cultural es respaldado por procesos rigurosos y una filosofía basada en la plena satisfacción de los estudiantes.
Latino Schools tiene claro que Ecuador —como toda la región andina— posee una riqueza cultural invaluable. Aprender español desde este espacio es una invitación a ver el mundo con nuevos ojos, a entenderlo desde su diversidad y a crear puentes entre culturas.