Las pasiones y emociones humanas encuentran en el arte la mejor forma de expresarse. Mariya Zrazhaeva se destaca como una maestra ucraniana de la dramaturgia facial. Por más de una década, Zrazhaeva ha desarrollado una técnica que no solo captura las características físicas de sus retratados, sino que también revela las profundidades de sus almas. Para ella, el arte no se trata únicamente de estética, sino de una conexión íntima entre el espectador y la obra, una sinergia que produce un flujo constante de energía y emoción.
El arte llegó a su vida, a través de su abuelo. Desde pequeña, quedó fascinada al verlo usar sus lápices para crear dibujos en su álbum infantil, una experiencia que dejó una huella imborrable en su vida. Este temprano encuentro con el arte fue el catalizador que la llevó a explorar y perfeccionar su habilidad para capturar la esencia de las personas a través de sus retratos.
El rostro humano, según Zrazhaeva, es una herramienta poderosa para expresar la esencia de una persona. En sus obras, no se limita a plasmar la apariencia externa; busca descifrar y representar lo que yace en el interior de sus modelos. “Cada rostro es una ventana al alma”, afirma. A través de sus retratos, nos invita a explorar la psique y las emociones de los retratados, creando una experiencia artística profunda y significativa.
Zrazhaeva ha encontrado su hogar aquí, en Ecuador. Y su arte es reconocido por su profundidad e impacto. Hace poco, sus obras fueron expuestas en la boutique de Buggatti, localizada en el Paseo San Francisco, en Cumbayá. Durante la velada, los asistentes vieron la fuerza de los rostros que ella ha plasmado en cada una de sus pinturas.
Para ella, el arte es esa fuerza liberadora que estimula la creatividad y el conocimiento, y que permite a las personas realizarse plenamente, es un reflejo del mismo acto de creación divina que le da sentido a nuestra vida. Su último retrato es el de Valeria Bazante, una obra que, como muchos de sus trabajos, resuena profundamente en cada trazo que realizó.
Mariya Zrazhaeva es una artista que no solo busca captar la apariencia de sus sujetos, sino que se sumerge en sus esencias más profundas para que sus retratos sean una muestra de su personalidad.