Siguiendo tendencias de famosas empresas afincadas en Silicon Valley y startups tecnológicas, las oficinas se han ido transformado en espacios más acogedores que incluyen sofás, mesas de comedor e incluso camareros o baristas.
Sin embargo, según el Estudio Global sobre Espacios de Trabajo Informales, presentado por Steelcase, estas nuevas configuraciones son menos productivas.
La consultora explica que los últimos estudios sobre oficinas muestran que muchos de estos nuevos y mejorados espacios están vacíos porque los trabajadores no los utilizan.
El motivo es sencillo: las personas no eligen mobiliario como sillones de diseño o pufs para trabajar con tanta frecuencia como las mesas y sillas de trabajo, que terminan resultando más útiles.
Y es que, de acuerdo con el estudio realizado por Steelcase, la gente admite que acude al trabajo para hacer sus tareas, y no para jugar.
Así, aunque es positivo incluir ciertos lugares en los que relajarse, éstos deben destinarse precisamente a esto, ya que el mobiliario diseñado para ver la televisión, relajarse leyendo un libro o para planes de ocio no es el mismo que el que se necesita para trabajar con ordenadores, realizar reuniones o colaborar con compañeros.
Todo esto deriva en que zonas que se han creado con la intención de ampliar la creatividad y la colaboración pueden estar inhibiéndola.
La propuesta que hace Steelcase se ha bautizado como Office Remix, una configuración que busca que todas las áreas de una oficina contribuyan a la colaboración, mediante espacios compartidos que no se limiten a la interacción social de los trabajadores sino que permitan realizar actividades muy diversas.
“Lo principal es entender qué necesitan las empresas para transmitir su cultura y alcanzar sus objetivos. El espacio de trabajo puede ser un lugar relajante e inspirador donde las personas se vayan al final del día con una sensación de realización y sentido de comunidad” afirma Alejandro Pociña, presidente de Steelcase Iberia.
“En este sentido, debemos diseñar los espacios de manera intencionada para que tanto individuos como equipos puedan trabajar de forma más productiva independientemente de lo que estén haciendo” concluye.
Para cumplir el objetivo de ofrecer espacios que promuevan la productividad es necesario tener en cuenta cuatro conceptos que deben estar presentes en todo espacio informal:
La postura, a través de la que se pretende crear espacios que fomenten posturas corporales adecuadas con mobiliario adaptado a diferentes tipos de trabajo.
La privacidad, para que los trabajadores puedan sentirse seguros y contar con el nivel de privacidad adecuado según el tipo de trabajo.
La proximidad para acceder a servicios que contribuyan a favorecer la renovación y la interacción social;
La personalidad, como forma en la que las organizaciones ponen su sello en los espacios y comunican su marca y cultura.
Las 6 claves para el diseño de espacios informales productivos
- Servicios orientados al trabajo, similares a los que podrían encontrarse en el puesto principal.
- Superficies diseñadas para trabajar y dar soporte, en las que puedan dejarse las pertenencias y que permitan dar las mayores facilidades a la hora de realizar las tareas.
- Acceso a energía, como tomas de corriente, para poder trabajar sin interrupciones de manera prolongada, detectando previamente que las instalaciones lo permiten.
- Privacidad, tanto territorial como visual y acústica.
- Permiso, centrado en poder ajustar adecuadamente un espacio a las necesidades.
- Un contexto adecuado, en el que los espacios compartidos estén cerca de las zonas de trabajo y de los compañeros para que puedan utilizarse en el momento en que sea necesario de manera rápida y sencilla.