Más allá de lo metódica que seas, el estado de ánimo afecta directamente a tu eficiencia en el trabajo
El manejo del tiempo es una de las tareas más complicadas y a la vez fundamentales tanto para empleadores como para empleados.
El tiempo es escaso para todos por igual y saber administrarlo es un arte, además de una necesidad para sobrevivir.
Los métodos de organización, las apps, las listas de tareas y todo lo que nos ayuda a planificarnos es importantes, pero más importante es disponer de la energía necesaria para ejecutar las tareas.
Aunque pueda resultar obvio, a veces pasamos por alto que un buen estado de salud es necesario para el correcto funcionamiento de todo lo demás.
Más allá de lo ordenada o metódica que seas, los expertos coinciden en señalar que la energía vital y el estado de ánimo afectan directamente a la productividad.
Estos son algunos de los consejos que hemos recopilado para conseguir una mayor eficiencia profesional:
REFLEXIONA SOBRE TU JORNADA LABORAL
Sabemos que más tiempo no significa necesariamente mejores resultados, por eso puede ser beneficioso evaluar cuántas horas dedicamos a cada tarea.
Así seremos conscientes de en qué actividades perdemos más tiempo y en cuáles trabajamos de manera más eficiente.
Las horas del día también influyen en nuestro organismo y no somos igual de creativos o resolutivos en todo momento.
“Solo un 10% de los españoles son alondras, la clasificación que la sociedad Española del Sueño hace de las personas muy madrugadoras.
El 70% pertenece al grupo de colibrís, a los que les cuesta atender al despertador.
La buena noticia es que la efectividad del reloj biológico aumenta con la rutina”, explica la periodista y autora del libro Los hábitos de las personas que triunfan, Begoña del Pueyo.
Lo ideal, aunque pocas veces posible, sería poder adaptar nuestro tarbajo a las horas del día que más rendimos.
CIERRA LOS CÍRCULOS
Puede que tengas alguna tarea o recado pendiente de completar desde hace semanas o incluso meses.
Lo típico que nunca llegas a tachar de la lista… Hazlo. Postergarlo drena silenciosamente tu energía al ocupar espacio en tu subconsciente, según apunta la business coach de desarrollo personal Amanda Bucci en su guía de siete pasos para comenzar un negocio online rentable.
Esa cita médica que llevas tiempo pendiente de pedir, el paquete que todavía no has podido enviar o la colada que llevas toda la semana posponiendo se denominan open loops y hacen que malgastemos energía en recordar que todavía los tenemos pendientes.
Así que cierra el círculo, evita este tipo de hábitos y descansa.
EQUILIBRA LA CARGA DE TUS LISTAS
Intenta llevar a cabo una estrategia de administración de la energía cuando elabores una lista de cosas que hacer.
En relación con el primer consejo, de saber a qué horas mejora tu productividad, ordena tus listas de manera lógica: no, dejar para el final todo lo que requiere más esfuerzo no es una buena idea, llegarás cansada a las tareas más importantes. Lo ideal es ir intercalándolas en función de las horas.
Cuando te sientas dispersa, saturada o abrumada por un trabajo, abandónalo y haz otra cosa siempre que sea posible.
Alejarte un poco te ayudará a retomarlo con más energía, y con otra perspectiva, más tarde.
VIGILA LA ALIMENTACIÓN
Lo que comes es el combustible de tu cuerpo, que en definitiva es tu instrumento de trabajo, por eso es tan importante cuidar la alimentación.
Presta especial atención a los dulces, recomienda la publicación especializada en salud de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, Harvard Health Publishing.
“Un panecillo azucarado aporta muchas calorías, pero el cuerpo tiende a metabolizarlas rápidamente y puede aumentar el nivel de azúcar en sangre y producir fatiga”, recoge.
Vigila también el consumo de cafeína porque, al igual que el azúcar, aunque nos active en un primer momento la dependencia a largo plazo no nos beneficia.
El Colegio Real de Psiquiatras de Reino Unido lo desaconseja firmemente en personas que sufren cansancio.