La semana se ha abierto con novedades preocupantes que no dejan de ser curiosas pese a lo dramáticas: el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido presa del Covid-19 (como en su momento lo fueron Boris Johnson del Reino Unido, Bolsonaro en Brasil y Trump, el ex mandatario norteamericano) del mismo modo que uno de los hombres más ricos del planeta, Carlos Slim Helú. AMLO lo ha informado este domingo a través de su cuenta de Twitter, en tanto que lo de Slim se ha conocido por boca de su hijo, Carlos Slim Domit, presidente del Consejo de Administración de América Móvil, quien ha dejado conocer que su padre padece la enfermedad desde hace una semana pero “evoluciona favorablemente”.
En un contexto en que la pandemia ha profundizado las brechas sociales y ha hecho más ricos a los multimillonarios y más pobres a los pobres, de acuerdo con datos de la Oxfam, el virus es implacable con todos sin importar condición social, raza o región geográfica. También asombra que sean los dirigentes políticos que con más descuido han enfrentado los efectos del virus quienes se hayan contagiado, como es el caso de López Obrador quien dijo que contribuía a la salud y evitaba las posibilidades de contagio, “no mentir” y “no robar”, en clara alusión a sus eslóganes propagandísticos en calidad de gobernante.
En el caso de Slim, el tema ha sido tratado con discreción por parte de su familia. Su hijo se ha limitado a decir que “está muy bien y ha tenido una evolución muy favorable al Covid a más de una semana de síntomas menores”.
Les comento que mi papá de manera preventiva asistió al Instituto Nacional de Nutrición para análisis clínicos, monitoreo y tratamiento oportuno, está muy bien y ha tenido una evolución muy favorable al Covid a más de una semana de síntomas menores.
— Carlos Slim Domit (@Carlos_Slim_D) January 25, 2021
Ambos hombres con gran trascendencia en México parecen presentar síntomas leves del mal y evolucionar positivamente. En el caso del presidente de México, López Obrador, el mecanismo de comunicación diaria por el que se dirige al país conocido como “La mañanera” queda a cargo estos días de Olga Sánchez, secretaria de Gobernación (Segob). En un país que las muertes por Covid han llegado a casi 150 mil hasta este enero, la enfermedad de López Obrador resulta, lógicamente, preocupante y da cuenta de que el mal no cesa, entre ricos, pobres, poderosos o individuos anónimos.
En otros casos distintos a los de México, se da cuenta que gobiernos como el de Nueva Zelanda o Corea del Sur han enfrentado la crisis de manera muy diferente al intentar equilibrar el salario de la gente con aumentos y evitar el aumento de la desigualdad. Contrario al caso de México en que su mandatario ha sido desaprensivo con las medidas de seguridad básicas y la atención de problemas concretos derivados de la pandemia.