No solo es un destino de negocios, comercial y financiero: Guayaquil es un punto turístico de gran importancia en la costa oeste de América del Sur. En su condición de puerto, en su forma de ciudad de más de dos millones de habitantes con un crecimiento excepcional en los últimas 30 años, la ciudad coloca a disposición del visitante sus joyas de desarrollo, arquitectura, urbanización y el marco deslumbrante de la ría.
Podríamos visitar el Parque Histórico o el mirador de Bellavista pero no cabe duda que un buen arranque para pasar una noche de ensueño en Guayaquil puede ser el barco Morgan que zarpa a las seis de la tarde entre lunes y viernes. La experiencia puede ser sobrecogedora y bella, contemplar la caída de la tarde desde el Río Guayas, cerrar el paseo, ir al cerro, ver el anochecer desde el lugar y recibir todas las vibraciones positivas de la ciudad.
Un día en Guayaquil puede abrirse en el Mercadillo, en la Feria del Parque, y pasar por lugares de frutas y delicias del mar que abunda en la ciudad. Un turista puede recorrer las Lomas de Urdesa que en el norte permite observar desde lo alto el movimiento de la ciudad que palpita. ¿Quiere usted ver animales? Puede pasar por el zoológico de El Pantanal y, después del paseo, echar un vistazo la magnificencia de la urbe desde el mirador de Bellavista.
No queremos abundar en la oferta de actividades en Guayaquil sin dejar de mencionar el Centro Cultural Sarao, pasar por un teatro independiente en Urdesa y encaminarnos de nuevo hacia el centro en busca de los lugares emblemáticos de la vieja Guayaquil. Sabemos que la ciudad fue devastada por incendios que destruyeron su casco antiguo pero podemos abrir nuestra mirada para deleitarnos con un paseo céntrico que arranque en el Malecón por la avenida Nueve de Octubre, pasar por el tradicional restaurante de La Canoa, ver el Parque de Las Iguanas, el edificio de la Gobernación, acercarse a los museos próximos y adentrarse en el centro hasta La Palma. Nueve de Octubre será su guía y Wyndham será su lugar de residencia. Hotelería que permite recorrer Guayaquil palmo a palmo desde el corazón. Todo Guayaquil queda a sus pies. Nada más se puede pedir gracias al Wyndham.