Se acerca la ceremonia más respetada entre quienes gustan del cine y necesitan una brújula para navegar en Netflix, en las salas o entre opciones piratas de distribución de películas. Todos saben qué son los Óscar, hasta los niños. Pero: ¿somos conscientes de qué son en realidad? Aquí, una batería de claves para orientarse en la selva de la ceremonia:
1. No crea en lo que ve. Otorgar el Óscar a una película tiene un fin: ampliar el espectro de alcance en la taquilla. Los de la Academia son muy hábiles para poner en la balanza entretenimiento y calidad. Si usted es esclavo de la calidad y solo de ella, desconfíe de todo durante la ceremonia. No todo es lo que ve ni ganará las estatuillas quien usted piensa. Contra decepciones.
2. La apuesta a lo seguro. Hollywood apuesta a lo seguro (ello sucedió hace siglos entre Forrest Gump contra Pulp Fiction) pero también sabe tomar riesgos… que no rompan la bolsa de la taquilla. Si hay algo temerario o inusual, Hollywood se lo permite. Pero los señores de la Academia son algo que usted no debe perder nunca de vista: caballeros y damas conservadores.
3. El caballo secreto. Como buenos jugadores de póker, los judíos de Hollywood saben esconder los ases y blofear. En toda ceremonia hay un caballo secreto que, por lo general, es la mejor película y, con bastante seguridad, no ganará la estatuilla, al menos a la mejor película. Para este 2020, Dolce Vita se arriesga a decirlo: es la cinta coreana Parasite, ganadora de la Palma de Oro en Cannes.
4. La lucha contra Netflix. No sea ingenuo: esto es un negocio de millones de dólares. Netflix es el aparecido en escena, el Hollywood tradicional teme por sus dividendos. Ya se vio en los Globos de Oro lo ocurrido con El Irlandés (de Netflix): ni medio premio pese a traer a Pacino, De Niro y Pesci bajo la batuta de Scorsese. Atención a esa lucha al ver la ceremonia del 9 de febrero.
5. El reparto. Deberemos esperar hasta las 12 de la noche para saber el gran secreto: la mejor película del año. Mientras nos arrancamos los pelos, Hollywood dorará la píldora con el otorgamiento de premios a moros y cristianos. Si todos llevan una parte (con excepción del gran perdedor de la noche que este año puede ser “1917”), menos se quejarán. Pero espere la cuchillada hasta el final. Todo puede pasar.
Hasta la medianoche del 9. Lleve kleenex o lleve… dardos.
PS. Se ha dicho, sin embargo, que El Irlandés no ha ganado nada por otra razón: porque nadie ha terminado de verla. Ja.