El cine tiene esa capacidad única de sacarnos, aunque sea por un par de horas, de nuestra realidad y sumergirnos en un mundo donde todo es posible y las posibilidades son infinitas. De ahí, la necesidad de democratizar este arte y difundirlo. Así nace Guayafest, una propuesta cultural que tiene como objetivo llevar lo mejor del cine a los cinéfilos pero también al ciudadano común. Y como no podía ser de otra manera, un proyecto de esta magnitud requiere de una persona apasionada, y quien mejor que Daniela Creamer.
Para comenzar por todo lo alto, la muestra cinematrográfica tiene un país invitado, Italia y lo mejor de su cine actual. Si bien Fellini y Bertolucci han logrado cautivar a generaciones, en Guayafest tendremos producciones de directores actuales de talla mundial que dan cuenta del camino que siguió el país europeo para regresar a lo más alto de esta industria.
A la par de las películas que serán exhibidas a través de las salas de Supercines y, en algunos casos al aire libre, Guayafest demuestra su ambición en ser un referente en la material al incluir dentro de su agenda charlas magistrales y talleres con expertos de la industria del cine italiano y ecuatoriano. La cereza del pastel lo son los invitados especiales Ornella Mutti y Franco Nero, quienes serán homenajeados durante la muestra por su prolífera carrera.
Un proyecto para promover la industria en el Ecuador
Democratizar el cine es un trabajo que se lo hace desde varios frentes, uno de ellos es contar con una industria nacional que sea sólida. Italia atravesó por un proceso de renacimiento en lo que refiere a este arte. Ahora, las nuevas producciones de este país son reconocidas mundialmente como unas de las mejores.
¿Qué cambió? La implementación de una ley para el cine. Algo que en el Ecuador aún estamos en números bajos. La propuesta de Guayafest es dar a conocer la historia del cine italiano y la política para sembrar la semilla del cambio, y para ello traen a Claudio Bucci, mentor de la ley de cine italiano. El Ecuador tiene mucho para aportar a la gran pantalla, y a la pequeña también, lo que se necesita es el compromiso de actores públicos y privados. Guayafest es un primer paso pero uno importante.
¡Viva el cine!