Las auroras boreales son de los fenómenos naturales más admirables, majestuosos y cautivantes. Las auroras son aquellas extrañas luces que brillan durante ciertas noches en los polos y que cautivan al mundo con sus maravillosos colores y movimientos. Transmiten pasividad y grandeza, admirando la naturaleza en todo su esplendor.
Se producen básicamente por los llamados vientos solares (partículas solares cargadas eléctricamente hacia nuestra atmósfera). Estos colisionan con distintos gases dentro de la magnetósfera, la capa más exterior y extendida de nuestra atmósfera terrestre, lo que produce una excitación de éstos y al “des-excitarse” liberan esa energía, la cual se traduce en distintos espectros de luz visible.
El color más común para las auroras son los tonos verdes/amarillos, que son el resultado de la colisión de los vientos solares con el oxígeno ubicado a unos 100 kilómetros sobre la Tierra.
Las auroras pueden producirse en ambos polos, y dependiendo de esto las podemos denominar como auroras boreales, para las que vemos en el polo norte o auroras australes para las que vemos en el polo sur.
Podemos observar estas luces dentro del círculo polar ártico, en América, al norte de Canadá, o en Alaska, o dentro de Europa, al norte de países como Noruega, Suecia, Finlandia o también en Islandia y Groenlandia. Para el caso de las auroras australes es más difícil, podemos observar de todas formas este magnífico espectáculo al sur de Nueva Zelanda, en ciudades como Queenstown, por ejemplo.
Si quieres ir en busca de las auroras boreales, es muy importante programar tu viaje. La temporada recomendada para los avistamientos va desde diciembre a abril, ya que las noches en el ártico se hacen más largas.
Fuente: https://bit.ly/35yWINk