Una revolución educativa es lo que El Sauce School representa en el Ecuador, el colegio del que más se habla últimamente, y que es el lugar al que cientos de padres han confiado la formación de sus hijos. Y no es una exageración, dado que, en menos de tres años, El Sauce School está verdaderamente transformando la educación.
La formación de los niños y niñas no se basa en modelos tradicionales, todo lo contrario. Aquí, El Sauce School rompe esquemas y va más allá de la educación convencional. Marybel Perdomo, Presidenta de la Fundación DAAR a la que pertenece El Sauce School, en conjunto con los directivos y docentes de la institución han perfeccionado un modelo de aprendizaje en el que se busca que los niños desarrollen una alta auto estima, sean felices y partiendo de ello, lograr que el aprendizaje sea un proceso natural, y no forzado.
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Este fascinante método despierta la curiosidad en todos los alumnos, quienes no se limitan a ser solamente receptores de información sino generadores de conocimiento. A esto se suma que El Sauce School se encuentra inmerso en medio de un enorme bosque facilitando nuevos aprendizajes a través de la exploración dentro de la naturaleza y el contacto con la misma, adicionalmente los amplios espacios verdes permiten que los estudiantes desarrollan su consciencia ambiental. En la práctica este concepto se llama el Bosque Escuela o Forest School en el que, todos los días, los pequeños de preescolar a través de su exploración dentro de la naturaleza, descubren el mundo, por lo que su objetivo de aprender de forma vivencial y colaborativa se cumple a cabalidad.
Además, parte de la reestructuración que vivió El Sauce School se enfocó en dar forma a un cuerpo docente que no solo esté altamente calificado, sino que se caracteriza por su pasión por la educación innovadora, humanista y su creatividad, capaces de motivar la curiosidad e investigación en sus estudiantes. Es así como el aprendizaje se fomenta a través de proyectos que involucran a los estudiantes con retos que los prepararán para la vida misma.
Más que un colegio, una comunidad
A todo lo ya mencionado, lo que también ha contribuido a que El Sauce School sea el ícono de la educación en el Ecuador, es que esta institución es una comunidad, una en el que los estudiantes son un semillero de creatividad que ya triunfan en la vida, a través de su desarrollo auténtico, armónico, y real.