La empresa francesa se ha defendido explicando que los atuendos fueron provistos por una compañía externa. No es la primera vez que sucede.
A finales de febrero se celebra una de las festividades más conocidas y que más triunfan entre los pequeños -y no tan niños-. “Disfraz de Policía para mujer”, “Disfraz Policía S.W.A.T para mujer” o “Disfraz de Guardia Civil” son algunos de los atuendos que se podían encontrar -hasta hace pocas horas- en la página web de Carrefour.
Así, la apuesta para Carnaval de la compañía francesa eran minifaldas, camisetas escotadas y vestidos cortos. Otro año más.
Los disfraces han suscitado las críticas en las redes sociales y ha sido la tuitera Ana Polo quien ha utilizado su perfil en Twitter para denunciar lo ofertado en la página web.
Ana explica, junto a las fotografías de los disfraces, que se trata de una “hipersexualización”, un término muy llevado a la práctica cuando llega esta época.
En sus tuits ha criticado -acompañado de sarcasmo- los diferentes modelos; como por ejemplo, que una policía vaya en minifalda, que una cocinera luzca unos tacones o que una “soldado rusa” lleve un escote que le llegue casi al ombligo.
¿Contradice la ley?
Poco tiempo después de hacerse viral el post, Carrefour ha confirmado que retiraban los disfraces. Estos habían sido provistos por un proveedor externo.
Aun así, a pesar de que Carrefour lo haya retirado de sus estanterías, hay otros portales donde se pueden encontrar atuendos de mismas características.
Desde diversos sectores, llevan años intentando luchar contra el sexismo que hay implícito en los disfraces que se ofertan.
El objetivo es que en las fiestas de Carnaval se deje de utilizar la imagen de la mujer como reclamo.
Hace dos años, FACUA solicitó a la Fiscalía de menores de Madrid que investigara la comercialización de un disfraz para niños que se había publicitado con un texto y una imagen que “menoscababan la integridad de las menores”.
Era el traje de “enfermera sexy”, distribuido por la empresa Disfraces Alegría S.L. La organización de Consumidores explicó en su momento la sexualización de la publicidad de este disfraz.
Esta se ensalzaba a través de diversas fotos que aparecían en el envoltorio, que estaba dirigido a menores de 16 años.
Además, instaban a que fuera investigado por la Fiscalía para que se determinara si la promoción de la prenda “contradice el ordenamiento público”.
La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, expone en su artículo 10 que se considerará “ilícita la publicidad que utilice la imagen de la mujer con carácter discriminatorio o vejatorio”.