Nuestra época parece enseñarnos, otra vez, que la naturaleza no es una fuerza más sino la fuerza y el sentido últimos y primeros. De las lecciones de maravilla que nos han brindado los animales libres en las ciudades este año extraño a la libertad de las especies bajo las aguas limpias de ríos y mares, la naturaleza ha dado su sentencia final en 2020.
De animales, fuego, verdor, madera oscura, carbón y minerales preciosos está hecha la naturaleza en el bosque y la roca, tanto como de animales y fieras. Con ese telón de fondo, contra la luz del alba observamos el esplendor de natura. Y en medio de todo ello, Milu Espinoza, la gran diseñadora, nos presenta su última colección de nombre “Amanecer”, una oda, un canto a la naturaleza.
En este lugar, en esta era, para esta colección, marcan presencia la tranquilidad y la estética de las décadas de 1950 y 1980 con cortes que marcan la cintura en los vestidos y el detalle de hombreras anchas siempre atrevidas e imponentes. Las tonalidades de esa naturaleza que ha retornado con fuerza e imponencia componen en manos de Milu una paleta que apuesta con fuerza en bloques de color (azul en denim, ivory y negro) y la fusión del fuego y el hielo puntea la colección en sus accesorios. Representan, ellos, el mar, el aire y la tierra en pañuelos y mascarillas de matices celestes, naranjas suaves, azules, detalles en turquesa, rojo y amarillos tostados elaborados en prints únicos de autoría de Milu. Se imponen también los tonos nude.
Los juegos de simetrías y asimetrías se sirven a pedir de boca y han sido interpretados en diseños monocromáticos elaborados en lino metálico, crepé ivory y mucho denim con detalles en metal para botones y hebillas con piedras semipreciosas en baño de oro y plata. ¿Qué más puede solicitarse a la clase y la elegancia? Puede ser el viento. El viento está representado por pájaros y cielos en tonos pastel, el mar se nos adentra en azules, turquesas y el contraste está marcado por corales pintados en rojo. La tierra y esos animales que han retornado u otros que permanecen exóticos en su virginidad respiran en amarillo tostado con tigres, jirafas y elefantes en la colección “Amanecer”.
La edición limitada de la colección de Milu Espinoza nos hace soñar en esos años 1980 con sus matices rockeros, herencias de disco music y punk, que se traducen en piezas únicas que pueden compaginarse con botas y botines en colores dorado, ivory y piel. El pañuelo para el pelo es, no dabe duda, un toque personal de la diseñadora.
La morfología nos trae pantalones pinzados de ese entonces, camperas motoqueras con detalles en cuero plateado y dorado que forman hojas y árboles en honor a la inspiración vertebral de esta colección, con hombros rectos a los que se suman las faldas plisadas como un toque único, inconfundible.
Los materiales usados han sido crepe, brocados, cuero, denim azul oscuro y chiffon, es decir, la gama de singularidad que define el diseño y la personalidad de Milu. Un despliegue para el que nos alcanzan apenas dos cosas: la preferencia por apreciar estas verdaderas piezas de colección y los ojos para contemplar esta creación formidable. Inclinemos la mirada ante ella.
Joyas: Milu Espinoza @miluespinozafashiondesign
Fotos: Sergio Camargo @sergiophd
Maquillaje: Sol Verbik @solverbikmakeup
Modelo: Manuela Echeverri @manuela_echeverri
Locación: Simonetta Tratoria Restaurante @simonetta.ec