El Covid-19 cobró otra víctima estos días en la figura del productor estadounidense Phil Spector, uno de los más importantes del mundo contemporáneo. De 81 años y preso por asesinato, Spector fue una de las piezas más importantes en el desarrollo del pop mundial de nuestra era al haber trabajado con Tina Turner, los Beatles o los Righteous Brothers, y fue el creador del famoso “muro de sonido”, técnica con orquestación y bajos exuberantes como en una selva de sonidos que ha sido un sello de fábrica en las grabaciones de rock.
Hace un mes Phil Spector fue diagnosticado con el mal del siglo, el coronavirus, contraído en la prisión en California. La muerte se ha dado en el hospital a causa del difícil cuadro respiratorio presentado por Spector. Spector fue uno de esos personajes excéntricos no precisamente un santo cuya historia lo demuestra: Lana Clarkson, actriz de filmes de serie B como Barbarian Queen, fue hallada muerta a tiros en el vestíbulo de la mansión de Spector en las colinas de la Alhambra, un satélite suburbana de Los Ángeles.
Spector vivía solo en la mansión desconocida por los vecinos y habitantes de Los Angeles como de su propiedad y en el desenlace de los sucesos sostuvo que se trataba de un suicidio. Siempre misterioso, la oscuridad había rodeado a Spector desde que fue el inventor del muro que dio con temas emblemáticos como “Da Doo Ron Ron”, “Be My Baby” y ““He’s a Rebel”. Naturalmente Phil tuvo siempre fama de gran mujeriego y con su papel gravitante en el mundo de la producción de la música pop le calzó a la perfección el mote que le dio Tom Wolfe de el “primer magnate de los adolescentes”.
Tildado por Lennon como “el mayor productor de discos de todos los tiempos”, la idea de Spector era la profusión de instrumentos, voces y efectos que ofrecían al oyente un verdadero compendio de provocaciones, sueños o evocaciones que su autor definió como “pequeñas sinfonías para los niños”. Con una gran época en la década de 1960 en que los artistas lo servían debió pasar en sus años menos gloriosos a servir a los artistas pero siempre con ese talento que hizo imperecedero su trabajo.
En el cine Spector tuvo un cameo como traficante en la famosa cinta de Dennis Hopper, Easy Rider, el canto al hipismo y la carretera y su propia figura fue interpretada por Pacino en una película de 2013. Su temperamento no era precisamente conciliador como lo recuerdan algunos de los músicos que estuvieron con él como Darlene Love o Ronnie Spector. Era “imperioso, temperamental y peligroso”, según se dijo de él. No era dulce en almíbar.
El recuento de los hechos de la muerte de Lana Clarkson dice que ella había accedido a acompañarlo a su residencia desde el House of Blues en Sunset Strip de West Hollywood. Un año tardaron las autoridades en presentar los cargos después de que Phil estuviera libre con una fianza de un millón de dólares. A la salida del lugar de los hecho, Spector habría dicho a un testigo, ese 3 de febrero de 2003, día de los macabros sucesos: “creo que maté a alguien”, las manos llenas de sangre y una pistola en la mano.
El fin de un luminoso ángel de la muerte.