El fútbol no es ajeno a la crisis del COVID-19. Con torneos pausados por semanas, los ingresos que los clubes esperaban recibir simplemente no llegan. La dirección del París Saint-Germain se encuentra en un momento complicado porque buscan rebajar los salarios de sus jugadores estrellas pero estos ni siquiera dan paso a alguna negociación.
En el diario L’Équipe, el presidente, Nasser Al-Khelaifi, elevó su tono después de que muchos de sus jugadores ni siquiera le contesten el teléfono. Un caso es el del capitán brasileño, Thiago Silva que se encuentra actualmente en su país y que parece no querer reducir su salario de un millón de dólares mensuales
Actualmente, los futbolistas del PSG están en paro parcial y reciben solo el 84% de su salario, una reducción insuficiente a ojos de la dirección. Se prevé pérdidas de 200 millones de euros.