El martes las autoridades ucranianas informaban que el gran incendio que arrasó bosques cercanos a la central nuclear de Chernobyl logró ser controlado con aviones y helicópteros hidrantes y personal especializado combatir las llamas.
El lunes los activistas medioambientales dieron la voz de alerta ante el incendio que se desatara en las cercanías donde en 1986 tuvo lugar el peor desastre nuclear de la historia. Si el incendio llegaba a la planta, generaría el riesgo de aumentar los niveles de radiación y la población correría peligro.
Funcionarios dijeron que registraron subidas en el corto plazo en las partículas de Celsio-137 en la zona de Kiev, al sur de la planta, pero que los niveles de radiación estaban dentro de los límites normales en general y no requerían de medidas de protección adicionales.
Es que las plantas en el área de exclusión fueron irradiadas en la explosión. Y cuando estas se quemaron, los niveles de radiación se incrementaron acorde.
La lluvia trajo el alivio y junto a los servicios de emergencia se logró impedir que las llamas se extendieran hasta la planta o las instalaciones militares de la zona, aunque se necesitarán algunos días más para extinguirlas por completo, dijo la oficina del presidente Volodymyr Zelenskiy en un comunicado.
El incendio estuvo muy cerca… llegó a dos kilómetros de los depósitos con residuos radiactivos de la planta.
Por su parte, la agencia estatal responsable de la gestión de la zona en torno a la plata dijo que surgieron nuevos incendios en el oeste y el sur del lugar. No quedó claro de inmediato su extensión.
El foco principal, uno de los varios que hubo tras un clima inusualmente seco, se desató el 3 de abril.
Un joven de 27 años fue acusado por la policía de iniciar el fuego de forma deliberada.