Sentirse solos es una amenaza para la longevidad tanto como el tabaquismo y la obesidad, según advierte una nueva investigación.
Según los datos, el efecto se produce incluso en personas a las que les gusta estar solos.
Sin embargo, ¿cómo prevenirla?
Los seres humanos, por naturaleza, son criaturas sociales. Pero, al envejecer, la soledad puede ser un peligro.
¿Qué es la soledad, exactamente?
Es la sensación que surge cuando hay una brecha entre las interacciones sociales que deseas y la realidad.
Los seres humanos a veces se sienten solos, incluso, rodeado de otras personas.
La soledad es vista como una señal aversiva que indica que las conexiones sociales importantes están en riesgo o ausentes y actúa como una fuerza motivadora para reconectarse con los demás.
La soledad ha jugado un papel importante en la evolución de la especie humana, dado que reconectarse con otros aumenta las posibilidades de supervivencia y las oportunidades de transmitir los genes a la próxima generación.
“La soledad es un sentimiento interno que nada tiene que ver con el exterior. Es decir, una persona puede estar rodeada de mucha gente e igualmente sentirse sola”, explicó a Infobae Santiago Gómez, psicólogo del Centro de Psicología Cognitiva.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego publicaron un estudio que analiza la soledad en adultos mayores y descubrieron que se puede superar de varias maneras.
En la entidad hablaron con adultos mayores que viven en una comunidad de viviendas para personas mayores, donde las áreas comunes compartidas, las salidas sociales planificadas y las actividades comunales tienen como objetivo reducir el aislamiento.
El propósito del estudio fue descubrir por qué muchos adultos mayores que viven en estos entornos aún experimentan fuertes sentimientos de soledad.
En la comunidad, el 85% de los residentes reportó niveles moderados a severos de soledad.
A través de las entrevistas, descubrieron formas de prevenir la soledad entre los residentes.
“Una participante habló de una técnica que había usado durante años, si se sentía sola hacía algo por alguien más”, dijo Dilip Jeste, profesor de psiquiatría y neurociencias en la universidad, y el autor principal del estudio.
El sentimiento de soledad se asocia frecuentemente con una falta de propósito en la vida.
Y según los hallazgos revelados por la investigación, la soledad rivaliza con el tabaquismo y la obesidad en su impacto en la reducción de la longevidad, según la investigación. Por eso, es importante encontrar nuevas formas de abordar el problema.
El equipo de investigación también descubrió que la compasión, parecía ser un factor que impedía la soledad.
Pero, en este caso, no sugiere que demostremos amabilidad con alguien que está solo, sino que se refiere a personas solitarias que hacen el esfuerzo de ser amables con los demás.
Otros factores protectores fueron la aceptación del envejecimiento y la comodidad de estar solo.
Las pérdidas asociadas con la edad y las habilidades sociales inadecuadas se consideraron factores de riesgo primarios para la soledad.
“Algunos residentes hablaron de la pérdida de cónyuges, hermanos y amigos como la causa de su soledad. Otros mencionaron que hacer nuevos amigos no puede reemplazar a los amigos fallecidos con los que crecieron”, aseguraron los investigadores.
El sentimiento de soledad también se asociaba frecuentemente con una falta de propósito en la vida.
La mayoría de los encuestados expresó la sensación de “no estar apegados a nada, no tener un propósito y no sentirse muy esperanzados”.
Los investigadores descubrieron que la experiencia de las personas de vivir con soledad está determinada por una serie de factores personales y ambientales.
“La soledad es subjetiva”, dijo Jeste. “Diferentes personas se sienten solas por diferentes razones a pesar de tener oportunidades y recursos para la socialización. Este no es un tema único para todos”.
Los pacientes cardíacos tienen un mayor riesgo de morir dentro de un año de ser dados de alta del hospital si están solos, según un estudio.
Los investigadores dijeron que la soledad debería considerarse como un “riesgo legítimo para la salud” en personas que tienen una enfermedad grave.
El estudio publicado en la revista Heart encontró que las mujeres solitarias tenían casi tres veces más probabilidades de morir después de un año de ser dados de alta, y los hombres solitarios tenían más del doble de probabilidades de morir, en comparación con los que no estaban solos.
Los hallazgos refuerzan el hecho de que la soledad puede tener un impacto físico muy real y grave en los pacientes: un estudio anterior sugirió que la soledad es tan perjudicial para la salud como fumar 15 cigarrillos al día.