Cuando las personas deciden hacer cualquier tipo de actividad física como correr, muchos se preguntan ¿Cuál es la mejor manera de practicarlo?
Uwe Kersting profesor en la Escuela Superior de Deportes de Alemania hizo un estudio de como trota un corredor profesional. El cuerpo está erguido, da pasos rectos y luce dinámico. Pero para Kersting hay algo que le llama la atención. El brazo derecho del corredor cuelga un poco más abajo que el izquierdo. O sea, una asimetría en el desarrollo de los movimientos.
Algunos dirían que esto es malo, ya que debe aspirarse a la simetría. Pero para el profesional, el especialista en trayectos largos Martin Johnson, funciona.
Para los profesores hay ciertos pasos a seguir al momento de trotar. Para Kersting ‘’Puede ser que un nuevo calzado sea la modificación necesaria para una mejora” pero que, de todas maneras, esto no es una garantía.
Existen especialistas que lo analizan y realizan propuestas de cómo podría mejorarse. ‘’Para que eso evite una sobrecarga”, agrega Kersting y según indica, no hay un estilo “correcto” para correr.
Urs Weber, de la revista especializada ‘’Runners World’’ también lo confirma. “Cada uno corre de la manera en que le nace”, menciona.
Pero, el estilo para correr sí puede incidir en la elección del calzado adecuado, afirma Weber. Por ejemplo, los corredores que apoyan primero el talón y luego el resto del pie que son la mayoría de las personas necesitan, “acorde a la experiencia”, un calzado bien amortiguado.
Existen otros dos tipos de corredores, quienes apoyan primero el mediopié y quienes lo hacen con el antepié. El consejo de Weber para los principiantes es que acudan a una tienda especializada para que encuentren el calzado adecuado.
No obstante, existe una serie de consejos generales que pueden permitir mejoras.
1. Incrementar el ejercicio de forma paulatina.” Sabemos por nuestros estudios que los cambios fuertes en el volumen de entrenamiento suelen ir acompañados de síntomas de sobrecarga”, afirma.
Los corredores principiantes, en particular, no deben excederse. Los ligamentos y los tendones, en particular, necesitan algún tiempo para adaptarse, mientras que los músculos de las piernas y los pies se fortalecen comparativamente con rapidez.
2. Probar y escucharse siempre atentamente. Si no se siente bien mientras corre o algo le duele permanentemente, es preferible introducir modificaciones.
No tiene por qué ser un cambio de calzado. Tal vez merezca la pena entonces echar primero un vistazo al estilo de correr. ¿Ayudaría dar pasos más largos o más cortos? O se puede de momento reducir la duración del running, para reducir la sobrecarga. Será de utilidad, además, no solamente observar las piernas. Una musculatura fuerte del torso garantiza que la parte superior del cuerpo pueda compensar mejor las pequeñas cargas de impacto permanentes durante el trote. Esto evita el dolor de espalda después de correr.
El traumatólogo profesor Sven Ostermeier de la Clínica de Articulaciones Gundelfingen recomienda a quienes se inician en el ejercicio de correr que se sometan a una exigencia leve al comienzo.
No deberían salir a practicar trote más de tres veces por semana. El trayecto debe ser incrementado solamente de manera lenta. Caminar 10 a 15 minutos por día varias veces a la semana, aporta beneficios positivos.
Sabemos que hacer actividad física es muy importante para el cuerpo, ya que previene de enfermedades y ayuda a bajar el estrés. Pero siempre hay que recordar estas recomendaciones al momento de correr, para no sufrir lesiones a corto o largo plazo.